miércoles, 4 de noviembre de 2015

LOS CONCEPTOS: Cómo se forman.

Gran parte de los intercambios verbales en nuestra vida diaria se refiere a cuestiones conceptuales, sin que sepamos con exactitud que tal cosa ocurre. Para los estudiosos de la conducta, resulta evidente que sin el manejo deliberado o no de conceptos, nuestro lenguaje se empobreceria notablemente.


¿Qué es un concepto?

A ningún alumno promedio le costaría trabajo identificar el importante papel que los conceptos tienen en la vida estudiantil. Sin embargo, hacerlos objetos de estudio implican, definir primero este asunto de interés. 

Un concepto puede ser visto como una forma de categorizar, mostrar y relacionar unidades de la experiencia (Díaz-Guerrero y Díaz- Loving, 1997); o bien, como un conjunto rotulado de objetos, símbolos o acontecimientos, que tiene atributos críticos o características comunes (Schunk, 1997).

La formación de los conceptos

En apariencia, se genera un concepto cuando  través de la exposición a varios casos o ejemplos del mismo, se pueden inferir reglas. Por lo tanto, esta abstracción constituye un resumen de experiencias diversas, al igual que una herramienta poderosa para analizar y clasificar nuevos conocimientos. 

En un caso concreto, podríamos considerar que probablemente así sea como los niños desarrollan el concepto de "perro".
Después de observar gran número de animales de tamaño, forma, pelaje y color distintos,  el niño aprende que todos aquellos que poseen cuatro patas y ladran,  hay que llamarlos "perros".

El desarrollo individual trae consigo el manejo de niveles cada vez más elevados de abstracción. De esta forma es como pueden llegar a manejarse conceptos tales como justicia, honor y verdad, por citar algunos casos.
La forma de definición de estos conceptoa varía con la edad; si un niño define la verdad como lo que no es mentira, un adulto -particularmente si tiene una educación formal- encontrará que es mucho más difícil de definir de manera comprensiva este concepto (Díaz-Guerrero y Díaz- lovong, 1996).

Sea que exalten las características críticas u objetivas, o las propiedades no evidentes, al enseñar un concepto se consigue extender el dominio original de un objeto, entidad o rasgos a otras instancias. A este proceso se le denomina transferencia. 

Aparentemente, resulta más fácil la adquisición de conceptos que aluden a objetos concretos y, por tanto, a un nivel menor de abstracción. Le siguen en grado de dificultad los conceptos que manejan más de un objeto. 





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